jueves, abril 23, 2015

Árbol adentro

Foto: Elsy
Árbol adentro
 
Creció en mi frente un árbol,
Creció hacia dentro.
Sus raíces son venas,
nervios sus ramas,
sus confusos follajes pensamientos.
Tus miradas lo encienden
y tus frutos de sombras
son naranjas de sangre,
son granadas de lumbre.
                                    Amanece
en la noche del cuerpo.
Allá adentro, en mi frente,
el árbol habla.
                                    Acércate, ¿lo oyes? 

        Árbol adentro, 1988 (Octavio Paz)

viernes, abril 17, 2015

Galeano no se ha ido


                                                                           
Hoy, me desperté con una sensación extraña, los pájaros como de costumbre, desde sus alturas, con su canto,  un ligero velo de niebla  sobre la atmósfera, me hicieron recordar las lejanas luces de la ciudad. Todo era perfecto, hasta la nube rojiza  que transitaba lentamente por el  pedazo de cielo que atraviesa  mi balcón. ¡Que vanas ilusiones! Horas después, deban la noticia, de que  había fallecido Eduardo Galeano: El hombre que disfruté intensamente.
Él, me acompañó en aquellos segundos y  minutos, en los que,  no quería estar sola; cuando la desesperación de la tarde, con mis oscuros puntos de vista, que jamás habiera deseado tener; sólo él,  me los aclaraba con sus “verdades ocultas”, como dice Mujica, y con sus abrazos:
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña Muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña Muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace. “(Del libro de los abrazos)
Se ha ido  Eduardo Galeano, pero seguiré leyendo sus largas historias e interminables cuentos; permaneceré con el Libro de los  Abrazos  hasta cobijarme con ellos, en momentos de intenso invierno.
Lo que manifiesto hoy, pareciera fantasía, pero Galeano no se fue, porque él escribió para los nadie, para los pobres del mundo, para las pueblos que han vivido la barbarie del imperio,  que aún persiste, llegando ellos,  a abrir nuestras  venas y exprimirlas hasta dejarnos sin aliento.

¿Hasta cuándo los países latinoamericanos seguiremos aceptando las órdenes del mercado como si fueran una fatalidad del destino? ¿Hasta cuándo seguiremos implorando limosnas, a los codazos, en la cola de los suplicantes? Hasta cuándo seguirá cada país apostando al sálvese quien pueda? ¿Cuándo terminaremos de convencernos de que la indignidad no paga? ¿Por que no formamos un frente común para defender nuestros precios, si de sobra sabemos que se nos divide para reinar? Por qué no hacemos frente, juntos, a la deuda usurera? ¿Qué poder tendría la soga si no encontrara pescuezos? (Galeano)
Elsy



martes, abril 07, 2015

Por mi pais...



 Pregunta necesaria.

Este 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas en Colombia, miles de personas marcharán.  ¿Hablan todos el mismo lenguaje? ¿Significa lo mismo paz, para mi, que para otros?