Ayer tenía pensado enviar las dos fotos, de los dos regalos
que alegrían mucho mas, el día de mi celebración, pero no; llegó lo inesperado: La noticia
de que un infarto fulminante había acabado con la vida de
Santy. Se estropeó todo, quede sin aliento, sin
habla, no podía caminar, estaba congelada. Aquella sensación me duro mucho
tiempo, hasta cuando recobré las palpitaciones de mi dolido y maltratado corazón. Advertí
que la sangre volvía a circular por las venitas de mis piernas, me dolían, me
dije –tranquila tómalo con calma-. Me animé y le envía un mensaje a Regi, él,
estaba muy distraído en su trabajo-al menos así lo interprete- yo sabía que no
me resolvería ésta nueva excitación, porque en definitiva es mi asunto.Poco a poco fui recuperando todos los sentidos.
Al comienzo de la noche, extrañando algunas ternuras, y como
son tiempos calurosos, en el pueblo, me bañe.
Terminé escucha sus canciones hasta sacarme los
ruidos externos y solo quedarme con sus melodías y su poesía. Ya con el alba a
mis espaldas, exclamé: ¡No quiero ser amante¡
Acababa de morir otro de mis tantos amores: Santiago Feliú.
Elsy