Lejania
| Foto: Elsy | 
Lejanía
Desde  la lejanía que se prolonga 
hasta la eternidad,
salta una sombra: 
Es la silueta de una figura
que goza de reposo. 
Poco a poco la sombra se acerca,
se condensa,
levanta lentamente su cuerpo,
y de su plano al mío,
de mi mundo a su mundo, 
con  lenguajes 
de  eternas melancolías 
advierto  sus dobles gestos 
no obstante, con él me encuentro.
Me invita, cedo
estoy desnuda, me besa.
Veo imágines, solo eso.
Su cuerpo no existe. 
Llega el adiós nos despedimos 
con un: ¡Te amo cielo!
Regreso del sueño, 
me visto de tules  
azules puros y sombrero.
Me aseche el silencio lo sé.
Él me invita  al baile 
de amaneceres sin cantar 
que llega el ocaso y muero con él.
Ya en el albor  
me atrae la risa reparadora 
para  nuevos sueños.
Elsy


